volúmenes. Si han tenido éxito las sagas de Harry Potter, Los juegos del hambre, El
señor de los anillos y demás… ¿Por qué no intentarlo? Parece fácil, ¿verdad? ¿Sabes escribir secuelas? Te enseñamos algunas cosas que deberías saber.
¿merece la pena hacer una segunda?
Por muy buena que sea, si con
la primera parte no has alcanzado tus objetivos, ¿qué crees que puede suceder?,
¿que el fracaso de la primera arrastre a la segunda o que la segunda ayude a
hacer visible la primera? No queremos ser agoreros pero, normalmente, una obra
poco exitosa lastrará la fama de las que le sigan, independientemente de lo mucho que te hayas esforzado en ellas.
no da los resultados editoriales que esperabas actúa, para el lector, como una
señal de advertencia respecto a las segundas: «Alerta, alerta, no compres las
secuelas de aquel libro que no pudiste acabar».
¿Y qué ocurre si el primer libro que escribí sí
obtuvo un buen resultado?
conseguido un pequeño ejército de seguidores, enhorabuena. Eso sí, vas a tener
más presión, ya que tus fans esperan que la segunda parte mantenga, al menos,
el nivel de la primera; así que si en esta has tenido algún agujero en la trama
o esta resulta algo inconexa, en la siguiente se te va a perdonar menos. No
puedes construir un edificio sobre arenas movedizas, ni puedes permitirte decepcionar
a tus lectores. Aprovecha para mejorar y pulir aquellas partes en las que has
fallado antes.La «pájara» narrativa: no desfallezcas.
definir personajes… pero, ay, de repente descubres que tu narrador no tiene mucho
más que contar y que los personajes empiezan a repetirse a sí mismos. Notas que
no tienen una evolución en esta nueva parte o, simplemente, tu historia se
queda sin fuelle. ¿Qué haces en este caso? ¿Sigues?
Si no lo ves claro, es mejor
que dejes durante un tiempo las secuelas y empieces con algo distinto, con una
historia que no tenga nada que ver con lo que estabas escribiendo, con otro
tipo de ficción.
Nunca fuerces las
situaciones. Quizá tus personajes no tengan nada más que decir… al menos, por el
momento. ¿Quién sabe?, tal vez, después de escribir otro tipo de historias,
puedas retomar la secuela que dejaste a medias.
que le imprimas a cada una de las partes, el conjunto quedará más compacto. Esto,
además, te dejará tiempo para tomar oxígeno entre volumen y volumen y
evitarás la presión de tener que improvisar si la primera parte de la primera
parte tiene éxito
secuelas, a no ser que se trate de historias autoconclusivas, recuerda que es
mejor dejar los finales abiertos, romper un poco el arco narrativo y jugar un
poco con el suspense. Deja cabos sin atar; ya los irás atando más tarde, conforme
vayas escribiendo los siguientes volúmenes.
partes no tienen que recorrer un camino lineal. Como ocurre con los spin off y las precuelas
Escribir un spin off requiere tener muchísima imaginación, pero, sobre todo, memoria. Si te decides a hacer un spin off de La isla del tesoro –obra ya de dominio público-, por ejemplo, y quieres hacer guiños al personaje de Long John Silver o a algunos sucesos acontecidos en la propia isla, tendrás que recordar bien algunos detalles de la
novela original de Robert Louis Stevenson.
historias que cuentan los orígenes de los personajes de relatos más o menos conocidos.
Seguro que, al pensar en precuelas, más de uno piensa en las de Star Wars. En literatura, una precuela
famosa fue El ancho mar de los Sargazos,
de Jean Rhys. ¿Y de qué historia era precuela? Pues de Jane Eyre, de Charlotte Brönte. En ella, Rhys cuenta la historia de
uno de los personajes de Jane Eyre,
la Sra. Rochester, y la ambienta en el Caribe (para aquellos que no hayan leído la novela de Brontë, evitaremos decir quién era
esta Sra. Rochester; nunca es tarde para leer a los clásicos).